Eugenia tiene 83 años y le cuesta contar 600 de los billetes en denominación de dos y cinco bolívares que le pagaron como parte de la pensión de 22 mil 500 bolívares que recibe cada mes del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss).
Margioni Bermúdez
Ante la caja registradora de un supermercado ubicado en Maracaibo va a cancelar dos kilos de arroz, cada uno con precio de 1.380 bolívares y varios artículos de perfumería. En este lugar aprovechará para “salir” de parte de esos molestos billetes pequeños que se han convertido en un calvario para los pensionados, pues en la mayoría de los lugares se niegan a recibirlos.
La cuenta supera los 6 mil bolívares y de su cartera saca cuatro fajos de 500 bolívares en billetes de 5 y dos paqueticos de 2 bolívares que suman 200 bolívares cada uno. Los 600 billetes apenas hacen 1.400 bolívares.
500 bolívares en denominación de billetes de 5 equivalen a 100 billetes, mientras que 200 en billetes de 2 son 100 billetes.
En la cola, los demás que esperan para pagar, la miran con desesperación. En su caso, cancelar la cuenta se demora más de lo habitual porque toca contar gran cantidad de efectivo en denominaciones tan bajas. Para tener una idea, en Venezuela, país donde la denominación más alta es de 100 bolívares, un refresco de dos litros vale Bs. 2.500.
“Me he quejado en el banco, pero dicen que eso es lo que hay, tenemos necesidad y ¿qué más?, nos toca agarrar esos billetes”, expresó la mujer, madre de 8 hijos, que acude a cobrar la pensión junto a su hija de 62 años, también pensionada del Ivss. “Mi hija me ayuda a contar los billetes porque a mi me cuesta”.
“Estuve en una venta de pastelitos en 1 de Mayo y el muchacho me dijo ‘lo siento pero no se los puedo aceptar porque en el banco no me los aceptan porque no se van a poner a contar tantos billetes’, también pasé por la taquilla de un autobanco y tampoco me quisieron recibir el sencillo. Eso nada más lo reciben algunos bancos y supermercados, en la calle casi nadie los quiere recibir”, narró la docente jubilada Carmen Hernández.
El economista y profesor universitario, Orlando Ochoa, dijo en declaraciones recientes que “el Banco Central de Venezuela debería emitir billetes de 1.000, 2.000, 5.000 y hasta 10.000 bolívares, lo que básicamente beneficia las transacciones”.
“La moneda local se está derritiendo, la gente se muda a la moneda dura para poder mantener lo que pueda. Sin embargo, consideró que la dolarización de la moneda no es una solución (…) porque también significa que se dolaricen los costos de producción”.
El diputado de la Asamblea Nacional, José Guerra, ha llamado en reiteradas oportunidades “al presidente del Banco Central de Venezuela a que tenga un momento de sensatez y le ahorre a los venezolanos el problema tan grande de tener ese morral de billetes, con el que no puede comprar prácticamente nada, que de paso es un problema de seguridad personal porque el malandro cree que tiene mucha plata y tiene es papel sin valor”.
Datos del Banco Central de Venezuela (BCV), incluidos en el informe “Billetes en circulación al cierre de cada mes”, revelan el incremento de la fabricación de una mayor cantidad de unidades que representan el actual cono monetario nacional: Bs. 2, 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares (la más alta).
En septiembre de 2016 el BCV emitió 641.504.826,7, lo que refleja un incremento cercano al 100% en la emisión con respeto a septiembre de 2015, cuando se fabricaron 336.242.077,1 millones de bolívares.
El incremento de dinero circulante es proporcional con el aumento en los índices inflacionarios.
Recibe nuestras actualizaciones por E-Mail. SUSCRÍBETE GRATIS AQUI
Twittear |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario